Es la casa en la que vivió hasta los 9 años el escritor José Enrique Rodó.

La quinta fue construida por su padre José Rodó y Janer y diseñada por los hermanos Azcoitía, en 1873. En 1877 el Banco Mauá hipotecó la propiedad por deudas y la familia Rodó debió abandonar la quinta.

La construcción presenta una fuerte influencia italiana al estilo de las villas renacentistas, con fachadas caracterizadas por una rigurosa simetría. La planta se compone de una sucesión de salas distribuidas en torno a dos ejes perpendiculares. En el pórtico que mira hacia el jardín posterior -que al igual que el pórtico principal presenta cuatro columnas de hierro forjado que sostienen arcos de medio punto- se encuentra un aljibe forrado de ticholos y recubierto de azulejos. Los pisos originales ha sido sustituidos por otros de madera y los cielorrasos fueron retirados dejando a la vista el techo a la porteña.

La casa está rodeada por un patio arbolado con profusión de plantas, algunas de las cuales datan de 1871. En este jardín se encuentran las estatuas de terracota que una vez estuvieron al frente del Palacio Lacueva y un monolito erigido en 1972 por los vecinos, en homenaje al escritor. Cuenta con rampa para el acceso de personas discapacitadas.

Para la comunidad santalucense es un referente de capacitación en diferentes disciplinas artísticas al ser la sede de la Casa de la Cultura, donde se ofrecen cursos y talleres y se realizan diversas exposiciones.

El Centro Cultural alberga también el primer y único museo dedicado a preservar, investigar y difundir la vida y la obra de José Enrique Rodó. Cuenta con mobiliario y objetos que acompañaron al notable escritor, pertenecientes a la Casa Giró y al Museo Histórico Nacional y cedidos en carácter de custodia temporaria por el MEC.

Además, es sede de la Biblioteca Municipal Clemente Estable. El horario de atención al público es de 7.00 a 21.00 horas de lunes a viernes y los sábados y domingos de 8.00 a 20.00. Integra el circuito turístico "Santa Lucía Romántica".

José Enrique Rodó (1871-1917)

Representante del pensamiento idealista latinoamericano, el escritor José Enrique Rodó fue uno de los intelectuales más importantes de la generación del 900 -la más brillante que haya surgido en nuestro país- y el ensayista de mayor influencia del Mordernismo. Su obra sintetiza los cuestionamientos filosóficos de principios del siglo XX. Además de ser un reconocido escritor fundó la “Revista Nacional de Literatura y Ciencias sociales”, desarrolló la labor periodística como redactor de los diarios “El Orden”, “La Razón”, “Diario del Plata” y “El Telégrafo”, trabajó como corresponsal para la revista “caras y Caretas”. Fue director de la Biblioteca Nacional, profesor de literatura en la Universidad y delegado en la Cámara de Diputados por dos períodos. En su obra más importante, “Ariel”, que apareció en 1900, propone el idealismo espiritualista como defensa de la cultura hispanoamericana frente a la cultura norteamericana. Entre sus obras se destacan: Motivos de Proteo (1909), una trabajo sobre filosofía moral; El mirador de Próspero (1914), una recopilación de ensayos que hablan sobre escritores hispánicos; La novela nueva (1897), Liberalismo y jacobinismo (1906) y Nuevos Motivos de Proteo (1927).

Nació en Montevideo y al poco tiempo se trasladó con su familia a la villa San Juan Bautista. Falleció el 1º de mayo de 1917 en Palermo y sus restos fueron repatriados en 1920.