Bien vinculado al patrimonio industrial santalucense. Se trataba de un agua “mineral alcalino salina”, envasada de manera artesanal por los masones, desde fines del siglo XIX, en campos de José Buschental, muy cerca del río Santa Lucía, donde todavía se conservan una construcción conocida como “torre de Aquasana”, y restos de piletas y fuentes.

El agua surgía de una fuente de manera natural, se envasaba allí mismo en botellas de vidrio y rápidamente salían para la distribución, siendo la primera vez en el país que se extrajo agua mineral para ser explotada comercialmente.

El agua Aquasana, muy famosa en su tiempo, se comercializaba en boticas y venían por ella compradores de la República Argentina, a donde se enviaba también en barricas.

El predio rural en el que está situada la torre y los restos ruinosos de las piletas y las fuentes, es de propiedad privada. No hay señalización ni caminería que permitan llegar al lugar.

El agua, la fuente, y el recuerdo de Aquasana, forman parte del imaginario de la ciudad de Santa Lucía. Las pocas botellas existentes, que lucen inscripciones grabadas en el vidrio, alusivas al agua, son buscadas afanosamente por los coleccionistas.

Fuentes:
- Morena, Alex F., 2007 Crónicas de la Ciudad de Santa Lucía. 1872 - 2007 Uruguay.