Nacido en un humilde hogar campesino situado en el paraje Echevarría, cercano a la ciudad de Canelones, el 15 de agosto de 1885, fue criado por Micaela Pérez, oriunda de Tenerife, Islas Canarias, y de quien Juan Pedro aprendió a hacer e interpretar versos. Una vecina del lugar, Carmen Valle, le transmitió las lecciones elementales que suplirían la escuela.

Siendo niño debió enfrentar las asperezas y desafíos de una vida dura, situación que reflejaría en sus versos:

«Once años solo tenía / cuando el infausto destino / ya me enseñaba el camino / de la triste senda mía».

Conocido por los sobrenombres de «Pata Brava» y «El león», su ciclo artístico abarcó más de tres décadas de éxitos imperecederos.

López fue el más brillante discípulo de Gabino Ezeiza; su estilo de versificación repentista era más variado que el de su notable maestro, quien prefería las formas simples y siempre eficaces de la cuarteta octosílaba.

En 1922, escribió su más célebre creación, “La leyenda del mojón”, difundida y conocida en casi todos los países de habla hispana:

“Llovía torrencialmente / y en la estancia del Mojón / como adorando el fogón / estaba toda la gente. / Dijo un viejo de repente: / «Les voy a contar un cuento / ahora que el agua y el viento / traen a la memoria mía... / Cosas que nadie sabía / y que yo diré al momento».

Juan Pedro López dejó su voz grabada en discos “Víctor” y “Odeón”. Carlos Gardel le cedió su fotografía con esta dedicatoria: “Al gran cantor uruguayo el más popular e insuperable payador sentido y buen amigo, Juan Pedro López, sinceramente”. El “payador de leyenda” falleció en su casa del barrio Unión, en Montevideo, el 25 de enero de 1945.