Fortín de Veracierto
El Fortín de Veracierto es un casco de estancia que perteneció a Domingo Veracierto. Estas tierras fueron originalmente vendidas el 12 de diciembre de 1785, por Thomas Domínguez, a Salvador Britos, casado con Bernardina Rodríguez González. Esta era una suerte de estancia, con rinconada y potrero, lindando con el río Santa Lucía al frente y sus fondos con el arroyo Las Brujas.
A la muerte de Britos y Rodríguez González, sus herederos les sucedieron en la propiedad de los campos. La hija de éstos, María, estaba casada con Juan Bautista Veracierto. De a poco, Domingo Veracierto y su hijo, Dalmiro, fueron adquiriendo la propiedad o derechos de las tierras de los herederos Britos Rodríguez. A la muerte de Domingo Veracierto en el año 1868, su hijo se convierte en único heredero. Este realiza una transacción con las sucesiones de Joaquín Suárez y de María Josefa Alamo, en 1873, incorporando nuevas tierras.
Los sucesores de Domingo Veracierto vendieron al Estado las tierras que formaron el Campo Militar Nº 1 de Los Cerrillos, compuesto por unas 2.300 hectáreas. Allí se instaló la primera escuela de aviación que dio origen a la Fuerza Aérea Uruguaya.
En el fortín funcionó la primera comisaría rural del Uruguay y el primer Juzgado de Paz de Los Cerrillos, parte de cuyos archivos y documentos se encontraban hasta hace algún tiempo en el edificio.
El casco de la estancia, conocido como el Fortín de Veracierto, fue construido en la segunda mitad del siglo XIX. La estancia fue adquirida por Domingo Veracierto en el año 1853, a partir de 1855 éste y su hijo, Dalmiro, fueron anexando tierras vecinas, llegando a ser uno de los establecimientos más grandes de Canelones para esa época. El Fortín se caracteriza por estar cercado por muros y rejas de hierro que lo rodean y por cuatro torreones, erigidos para proteger la construcción ante eventuales ataques, comunes en la época en que fue construido, circa 1853. El predio donde actualmente se encuentra la construcción abarca unas 43 hectáreas.
Domingo Veracierto fue secretario personal del presidente Fructuoso Rivera, manteniéndose un fuerte vínculo entre ambas familias. Testimonio de ello es la correspondencia que aún se conserva.
Dalmiro Veracierto fue un personaje de gran importancia para Los Cerrillos. Fue uno de sus fundadores, el primer Juez de Paz del pueblo, comandante de la guardia policial de la zona, creador de la primera escuela rural y el primer presidente de la Comisión Auxiliar (después Junta Local, hoy Municipio).
Fotografía: Uno de los torreones del antiguo fortín, en foto de prensa de los años cuarenta.
Fuentes:
Molina, Gerardo 1979. Orígenes y evolución de Los Cerrillos. Ediciones P.I.L.C.E. Los Cerrillos.
Molina, Gerardo y Miguel Pérez Estévez. 2001. Libro del Centenario de Los Cerrillos. Edigraf. Canelones.
Pierri, Ettore 2009. En Los Cerrillos, Uruguay está a punto de perder un fragmento de su pasado. Un singular “operativo rescate” revela la dramática situación del histórico Fortín de los Veracierto. La República. Sociedad. 03/06/2009.
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Dirección
Campo Militar